Desde Arç Cooperativa, entidad de las finanzas éticas, subscribimos el pronunciamiento impulsado por la Campaña Banca Armada, la Mesa de las Finanzas Éticas y REAS Red de Redes ante la guerra en Ucrania.
El movimiento pacifista fue uno de los principales impulsores de las actuales finanzas éticas y solidarias.
Desgraciadamente, hoy nos toca seguir diciendo NO A LA GUERRA, ni en Ucrania ni en ninguna de las otras 34 regiones del mundo que están sufriendo un conflicto armado y donde, según el ACNUR, más de 80 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares.
Ahora más que nunca tenemos que recordar que las guerras no se financian solas y que 3 de cada 4 armas no existirían si no fuese por el apoyo de instituciones financieras públicas y privadas.
Hace 15 años que la Campaña Banca Armada denuncia esta situación y elabora informes que nos alertan sobre la financiación de la industria armamentística por parte de las entidades financieras y aseguradoras.
Pero existen unas finanzas éticas que no solo excluyen a la industria de las armas de todas sus inversiones, sino que apuestan por una economía que, en vez de destruir la vida, la sostiene.