Nuestra apuesta por acompañar los proyectos alineados con una transición ecológica justa y democrática, estamos ofreciendo seguros específicos para cubrir las necesidades aseguradoras de las comunidades energéticas. Estos colectivos, nacidos de la voluntad y la determinación de grupos de personas para organizarse horizontalmente y de manera autogestionada, trabajan para un sistema energético sostenible al servicio del bien común, con un acceso justo a la energía de fuente renovable. 
Hemos querido charlar con entidades de referencia que agrupan y promueven las comunidades energéticas para poner nuestro granito de arena y convertirnos, una vez más, en altavoz de propuestas que entienden la generación y distribución de energía desde la participación, el empoderamiento y la justicia social.
Para redactar este reportaje hemos contado con las aportaciones de Francesc Casadellà, miembro del equipo técnico de Som Energia y miembro del equipo impulsor de Som Comunitats; Gaia D’Elia, coordinadora de BATEC; Alfonso García Márquez, presidente de la Unión Renovables; y Moisés Martínez, responsable del sello CEL Coop de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya (FCTC).

Francesc Casadellà (Som Comunitats), Gaia D’Elia (BATEC), Alfonso García Márquez (Unión Renovables) y Moisés

Una primera aproximación a las comunidades energéticas

Una de las primeras dudas que pueden surgir al hablar de comunidades energéticas es entender exactamente qué son. Una primera aproximación sería la de agrupaciones de diferentes agentes con el objetivo de obtener un modelo energético 100% renovable y sostenible desde la transformación social democrática. [1] Esto se materializa, en muchas ocasiones, en grupos de personas y entidades que se organizan para producir y distribuir energía de fuente renovable.

Pero más allá del acceso justo, proporcionado y asequible a los recursos energéticos, ¿qué más proponen las comunidades energéticas? Gaia D’Elia, coordinadora de BATEC, nos cuenta cómo estas agrupaciones «llevan a cabo una tarea monumental para la alfabetización energética, la formación y el acceso a la información que conlleva un proceso de empoderamiento.» Para BATEC – proyecto de intercooperación socioeconómica de entidades cooperativas y asociativas que trabaja para ser un referente en la transición energética hacia un modelo sostenible, justo y democrático – una comunidad energética «no solo hace referencia a la generación y distribución de kWh, sino también al conocimiento con actividades de divulgación y fomento de la participación.»

Gaia nos comenta como las comunidades energéticas también apuestan, por ejemplo, por la movilidad eléctrica sostenible «desde el urbanismo, la promoción del transporte público (o público-comunitario) o el impulso de compras colectivas de bicicletas, la implementación de cargadores y vehículos eléctricos de uso compartido.»

Francesc Casadellà, miembro del equipo impulsor de Som Comunitats, comparte que la cuestión de reflexionar sobre qué pueden aportar las comunidades energéticas fue una de las preguntas que quisieron responder en el 1er encuentro de la red de Comunidades Energéticas de la economía social de Cataluña: «Surgieron un abanico de servicios que ya estaban llevando a cabo, desde compras colectivas de leña y pellet, hasta servicios intangibles como asesoramientos energéticos o compartir espacios para huertos comunitarios.»

Autoría: BATEC

La capacidad transformadora de las comunidades energéticas

Es habitual, cuando hablamos de comunidades energéticas, referirse a su potencial transformador. Moisés Martíenz, portavoz del sello CEL Coop que ha promovido recientemente Cooperatives de Treball, destaca esta capacidad de las comunidades energéticas «ya que ayudan a luchar contra la pobreza energética y promueven una soberanía energética en el ámbito local, permiten aprovechamiento directo de los recursos propios y una mejora en la democratización de la gestión de la energía entre sus participantes con un empoderamiento muy grande.» Desde CEL Coop opinan que «la proliferación de las comunidades energéticas nos permite dar un salto cualitativo en la capacitación de la ciudadanía para decidir cómo generar y gestionar los recursos de manera colectiva.»

Gaia D’Elia: «Las comunidades energéticas, como estructura de organización popular, son una herramienta con mucho potencial transformador»

En esta misma línea se muestra Alfonso García Márquez, presidente de Unión Renovables, la unión de cooperativas de personas consumidoras y usuarias de energías renovables vinculadas a REAS Red de Redes. Para García Márquez, cuando un proyecto realmente funciona como una comunidad energética «permite la toma de conciencia de las personas y la socialización sobre el gran desafío en el que nos encontramos de transición de los combustibles fósiles hacia las energías renovables.» Alfonso añade que, además del empoderamiento de la ciudadanía en materia energética, las comunidades energéticas «generan un reto en los territorios y sobre todo un hábito colectivo y de socialización de retos diarios.»

Para la coordinadora de BATEC, «las comunidades energéticas, como estructura de organización popular, son una herramienta con un gran potencial transformador, ya que hablamos de satisfacer necesidades básicas.» Gaia D’Elia nos comenta que «cubrir las necesidades básicas de manera comunitaria, democrática, participativa y sostenible es un reto, pero es definitivamente la mejor alternativa ante otros modelos que se encuentran en manos de oligopolios y que se enriquecen a costa de nuestras necesidades.»

2o Encuentro Comunidades Energéticas de la Economía Solidaria (Manresa, 2023). Autoría: Som Comunitats

Los vínculos de las comunidades energéticas con la economía social y solidaria

Algunas organizaciones y empresas de la economía social y solidaria (ESS) están participando de manera muy activa en la promoción de comunidades energéticas. BATEC, por ejemplo, es un proyecto de intercooperación que nace de la ESS en Barcelona. Som Comunitats, por su lado, es un proyecto conjunto entre siete entidades de la ESS catalana. El caso de Unión Renovables también es representativo porque funciona como sectorial de las cooperativas de consumidores de energía renovable de la red de redes de la economía alternativa y solidaria, REAS Red de Redes.

Según Alfonso García Márquez, de Unión Renovables, las comunidades energéticas tienen una serie de características, como su objetivo, la propiedad compartida, la gobernanza y la toma de decisiones, que permiten que se «puedan establecer conexiones de forma muy natural con los principios y valores de la ESS como son la equidad, el trabajo digno, la sostenibilidad ecológica, la cooperación, el reparto justo de la riqueza y el compromiso con el entorno.»

Moisès Martínez: «La proliferación de las comunidades energéticas nos permite dar un salto cualitativo en la capacitación de la ciudadanía para decidir como generar y gestionar los recursos de manera colectiva»

Por su lado, Francesc Casadellà nos comparte como el salto de escala de las comunidades energéticas «puede tener un impacto muy grande en el impulso del mercado social y la ESS«, ya que son entidades jurídicas sin ánimo de lucro, enraizadas en el territorio, juntamente con el hecho que el sector energético es un sector tractor de la economía.

2o Encuentro Comunidades Energéticas de la Economía Solidaria (Manresa, 2023). Autoría: Som Comunitats

Las comunidades energéticas como palanca para la transformación ecosocial

Desde Arç Cooperativa, como parte del movimiento de la economía solidaria, entendemos que las comunidades energéticas pueden ser punta de lanza de una necesaria transición ecosocial. Esta es una opinión compartida por todas las voces que han participado en este reportaje. Desde el sello CEL Coop, Moisés Martínez opina «que la gobernanza interna, la descentralización de la generación, la gestión del consumo y actuar desde el mundo local son factores que potencian una transición energética más coherente.»

Alfonso García Márquez: «Las comunidades energéticas posibilitan el empoderamiento ciudadano y sitúan el escenario fuera del ‘Matrix’ en el que vivimos»

En esta misma línea, desde Som Comuntiats creen que «la solución tendría que pasar por las comunidades energéticas de la economía social». Francesc Casadellà insiste que «para que esta transición ecológica sea justa y democrática, debemos descentralizar también el sistema de generación energética, democratizar el acceso y el consumo energético, apostar por una propiedad colectiva que no deje a nadie fuera.»

Desde Unión Renovables coinciden en que «las comunidades energéticas permiten el empoderamiento ciudadano y sitúan el escenario fuera del ‘Matrix’ en el que vivimos y proponen intentar pensar como hacer frente a situaciones de escasez energética en términos colectivos desde el mundo local, teniendo en cuenta siempre a las vecinas, sea cual sea su situación personal e intentando repartir lo que se tenga, potenciando de este modo, el principio de solidaridad.»

Por último, Gaia D’Elia, de BATEC, remarca que, aunque las comunidades energéticas «pueden jugar un papel muy necesario en la transición ecosocial,  también tienen el potencial de interrelacionarse con otros elementos transformadores para esta transición ecológica justa y solidaria desde el diálogo y la corresponsabilidad.»

Autoría: BATEC

Seguros y finanzas éticas al servicio de una transición ecológica justa y de base

En Arç Cooperativa sabemos que las comunidades pueden ser una palanca para avanzar hacia una transición ecológica que tenga en cuenta criterios de justicia y democracia. Por este motivo, seguiremos acompañando a aquellos colectivos, ofreciendo productos aseguradores específicos para sus necesidades. Otras entidades de las finanzas éticas como Fiare Banca EticaCoop57 también están alineadas con esta apuesta, ofreciendo soluciones financieras que acompañen a las comunidades energéticas.

Las entidades de las finanzas éticas trabajamos con la resta de la economía solidaria para consolidar un ecosistema financiero al servicio del bien común controlado desde la base. Un ecosistema financiero que redirija el flujo del crédito y la inversión hacia la resolución de las necesidades sociales y ambientales. Ofrecer productos, servicios y acompañamiento a las comunidades energéticas es una forma más de estar al servicio de esta transición ecológica justa y democrática de la que estamos participando.

Referencias:

[1] Som Comunitats (2022): «Guia 1. Què són les Comunitats Energètiques». Fuente: https://somcomunitats.coop/recursos/